Si la grossesse es un momento único y particularmente feliz, sigue siendo un período exigente para el cuerpo humano que puede presentar algunos inconvenientes (náuseas, calambres, fatiga, irritabilidad, etc.). Para su salud y la de su hijo, la madre debe ser capaz de proporcionar un conjunto de nutrientes esenciales para su embarazo. Durante su desarrollo, el feto necesita una gran cantidad de nutrientes que extrae de las reservas minerales de su madre. Por lo tanto, se debe implementar una adaptación de las necesidades nutricionales para aportar las vitaminas y minerales necesarios mediante una alimentación equilibrada y variada o mediante la toma de complementos alimenticios naturales, no solo para el desarrollo del feto sino también para el bienestar de la madre. Estas necesidades cambiarán a lo largo del embarazo,
Pero, ¿cuáles son los nutrientes específicos que permiten mimar su cuerpo y crear un ambiente óptimo para su hijo?
Los nutrientes esenciales para un embarazo sereno
Las necesidades nutricionales de la mujer van a evolucionar durante el embarazo para compensar las necesidades del feto. Muchos nutrientes son entonces recomendados por los profesionales de la salud, es indispensable evitar las deficiencias de vitaminas y minerales, así como los excesos. Les presentamos una lista exhaustiva de estas vitaminas y minerales esenciales para un niño y una madre saludables, que pueden ser aportados tanto por la alimentación como por complementos alimenticios.
Vitamina B9
La vitamina B9, también llamada ácido fólico, es una de las vitaminas más importantes durante el embarazo. Su importancia se demuestra en las primeras horas del embarazo al participar en la síntesis del ADN y en el proceso de división celular que permite el desarrollo del cerebro, del sistema nervioso y de la columna vertebral del embrión. Durante las primeras 8 semanas, las células del embrión se desarrollan más rápidamente, por lo que un complemento de ácido fólico es esencial al inicio de la gestación, incluso varias semanas antes, en caso de deseo de embarazo, cuando la madre puede comenzar a almacenar esta vitamina.
Una deficiencia de folato podría causar múltiples complicaciones como un nacimiento prematuro, un retraso en el crecimiento o malformaciones como la del tubo neural, provocando el Spina Bífida. Esta anomalía suele causar secuelas graves en el niño, especialmente neurológicas.
Vitamina D
La vitamina D optimiza la asimilación del calcio y favorece su fijación en los huesos del feto, por lo que es esencial para el buen desarrollo del esqueleto del niño. Sin embargo, hay que ser prudente con el uso conjunto de estos dos micronutrientes. De hecho, la toma de vitamina D puede causar hipercalcemia, que puede provocar un nacimiento prematuro. Por otro lado, es una de las vitaminas con el mayor riesgo de deficiencia según la temporada, especialmente en mujeres que dan a luz entre marzo y junio sin exposición al sol.
La vitamina D juega un papel fundamental en la formación ósea fetal a partir del sexto mes de embarazo y podría estimular el funcionamiento del sistema inmunológico para reducir el riesgo de diabetes gestacional y retraso del crecimiento intrauterino.
Calcio
El calcio es el mineral más abundante en el cuerpo. Su necesidad durante el embarazo aumenta un 30%, debido a su importancia para la salud ósea. Permite asegurar la mineralización de huesos y dientes, así como la contracción muscular, especialmente para el ritmo cardíaco. Será especialmente esencial durante los últimos 3 meses de embarazo, cuando el crecimiento se finaliza y se forman las reservas para que el niño nazca y crezca en las mejores condiciones posibles.
Una deficiencia tendría consecuencias tanto para el niño - retraso en el crecimiento, hipocalcemia - como para la madre - aumento de peso insuficiente, osteomalacia, de ahí la importancia de una buena ingesta a través de la alimentación o suplementación.
Magnesio
El magnesio es un mineral indispensable tanto para la salud del feto como para la de la madre. Durante el embarazo, las necesidades de magnesio aumentan. Es un componente principal de huesos, músculos y tejido nervioso. Por lo tanto, es necesario para el desarrollo neurológico, cerebral, óseo y muscular del feto. Al igual que la vitamina D, el magnesio ayuda a la fijación del calcio. También interviene en la inmunidad y permite que la mujer embarazada esté mejor protegida contra agresiones externas. Participa en la regulación del tránsito y en la contracción muscular, ayudando a reducir considerablemente la frecuencia e intensidad de los calambres durante el embarazo. Una ingesta suficiente ayuda a combatir la fatiga y la nerviosidad, comunes en este período. Finalmente, el magnesio contribuye a reducir los riesgos de parto prematuro; una deficiencia en la mujer embarazada podría manifestarse con trastornos del sueño, gran fatiga, ansiedad o dolores musculares.
Hierro
El hierro también es un mineral indispensable para el organismo durante el embarazo. Sin embargo, es muy común que las mujeres tengan una ingesta insuficiente de hierro incluso antes del embarazo. Por eso los médicos realizan sistemáticamente un análisis de hierro en sangre durante las primeras semanas de embarazo. Este mineral se encuentra en los glóbulos rojos de la sangre. Por lo tanto, una ingesta suficiente de hierro asegura el crecimiento del feto y el desarrollo placentario.
Una deficiencia de hierro aumenta el riesgo de parto prematuro y de mortalidad perinatal. También puede causar anemia, en la madre, durante y después del parto. Cabe señalar que la suplementación con hierro puede ser perjudicial para mujeres con riesgo de diabetes gestacional y preeclampsia.
Yodo
El yodo es un nutriente indispensable para la producción de hormonas tiroideas, esenciales para los latidos cardíacos, el desarrollo cerebral, el tránsito intestinal y la hidratación de la piel. Sin embargo, gran parte de la población mundial carece de él. Estas deficiencias son aún más graves en mujeres embarazadas y lactantes, cuyas necesidades de yodo aumentan considerablemente. De hecho, las hormonas tiroideas producidas por la madre son indispensables para el crecimiento del bebé y para regular el desarrollo de su cerebro y su sistema inmunológico mejorando el transporte feto-maternal. Una deficiencia de yodo puede, por un lado, ralentizar el crecimiento del niño y afectar negativamente su desarrollo mental y, por otro lado, aumentar el riesgo de abortos espontáneos en la madre.
En este contexto de grandes cambios pero también de dudas, es crucial cuidar el cuerpo proporcionándole todos los nutrientes que necesita. Para ello, la Cura esencial maternidad ha sido especialmente desarrollada para adaptarse a las necesidades específicas de mujeres embarazadas, lactantes o que desean tener un hijo. Actúa tanto en el buen desarrollo del feto como en el bienestar físico y mental de la madre gracias a la sinergia de nutrientes cuidadosamente seleccionados: vitamina B9, magnesio, yodo, hierro, manzanilla matricaria y probióticos, por nombrar solo algunos, todo en una cápsula gastroresistente. Además, la fórmula está compuesta por un 92,3% de ingredientes de origen natural y validada por un experto toxicólogo para garantizar su seguridad y la del bebé mientras cuida su cuerpo.
Debe saber que algunos complementos alimenticios deben evitarse a toda costa durante el embarazo. De hecho, algunos activos pueden causar problemas, especialmente las algas, a menudo ricas en metales pesados, la cafeína, los fitoestrógenos y los fitosteroles.
Antes de comenzar la automedicación, sea prudente y consulte a un profesional de la salud para pedir su opinión. No consuma ningún alimento o complemento alimenticio si no está segura de que no representa ningún riesgo para usted y su hijo.