Le zinc et ses bienfaits : un minéral indispensable - Epycure

NUTRITION Le zinc et ses bienfaits : un minéral indispensable

Solène Senejko SOLÈNE SENEJKO

El zinc es un oligoelemento presente en estado de traza en el organismo y sin embargo indispensable para numerosas funciones vitales. El zinc debe ser aportado diariamente al organismo porque, a diferencia de otros minerales como el hierro, el cuerpo no sabe almacenarlo.

En la población general, las ingestas nutricionales recomendadas de zinc van de 8 a 11 mg/día. Son un poco más altas en mujeres embarazadas y lactantes: 11-13 mg/día. Las deficiencias de zinc son hoy bastante comunes debido al agotamiento mineral de los suelos y a las pérdidas de nutrientes causadas por la transformación de los alimentos. Además, el consumo de tabaco, de

café, de té, de alcohol, así como el estrés crónico son susceptibles de agotar nuestras reservas de zinc. Los principales síntomas de una falta de zinc son:

  • La vulnerabilidad a las infecciones
  • La degradación de la calidad de la piel, del cabello y de las uñas,
  • La dificultad para cicatrizar
  • La pérdida del gusto y del olfato
  • Los trastornos de la fertilidad
  • La resistencia a la insulina y su consecuente aumento de peso

Ya lo habrás entendido, el zinc está implicado en una multitud de funciones del cuerpo y forma parte de muchos sistemas de enzimas. En este artículo, te contamos más sobre sus principales beneficios y sobre las principales fuentes alimentarias de este mineral indispensable.

Sus principales beneficios

Participa en la absorción y digestión de los nutrientes

El zinc contribuye a la síntesis de proteínas a partir de los aminoácidos aportados por la alimentación. También interviene en la descomposición de los carbohidratos, que son una de las principales fuentes de energía para el organismo. Un aporte correcto de zinc puede por tanto facilitar la reparación de tejidos y la cicatrización de heridas y reducir el riesgo de fatiga crónica o falta de energía.

Regula el sistema inmunitario

El zinc es esencial para la síntesis y el buen funcionamiento de las células inmunitarias (linfocitos T en particular), por eso es importante consumir regularmente una cantidad suficiente de este mineral en tu alimentación.

Es antiinflamatorio y antioxidante

El zinc ayuda a luchar contra el estrés oxidativo y a reducir los riesgos de desarrollo de enfermedades crónicas y degenerativas. Tiene en particular la capacidad de favorecer una división celular sana, prevenir la mutación de células cancerosas y retrasar el crecimiento de tumores. También contribuye a reducir el nivel general de inflamación.

Previene la diabetes y el aumento de peso

El zinc es esencial para equilibrar la mayoría de las hormonas, incluida la insulina, la principal hormona implicada en la regulación del nivel de azúcar en la sangre. El zinc se une a la insulina para que esta se almacene adecuadamente en el páncreas y se libere cuando la glucosa penetra en la sangre. Por tanto, contribuye a reducir los riesgos de diabetes. Además, permite un buen uso de las enzimas digestivas necesarias para que la glucosa se utilice como combustible para el organismo, en lugar de almacenarse en el hígado, los músculos o en forma de grasa.

Equilibra las hormonas y apoya la fertilidad

El zinc es necesario para la producción de estrógenos y progesterona en las mujeres, y para la producción de esperma y testosterona en los hombres. De esta manera, apoya la función reproductiva. Además, niveles demasiado altos o demasiado bajos de estrógenos pueden causar problemas menstruales, cambios de humor, menopausia precoz, infertilidad e incluso aumentar el riesgo de ciertos cánceres.

Contribuye a la salud de la piel y favorece la cicatrización de heridas

El zinc participa en la producción y reparación de tejidos, en particular del colágeno y de los tejidos fibrosos. El zinc también apoya la actividad de las células inmunitarias que combaten la inflamación característica de enfermedades cutáneas como el acné o la psoriasis.

Contribuye a la salud cardiovascular

El zinc es necesario para mantener las células del sistema cardiovascular saludables, al tiempo que reduce la inflamación y el estrés oxidativo. Contribuye a la buena salud de los vasos sanguíneos y favorece una buena circulación, lo que lo convierte en un remedio natural contra la hipertensión y el colesterol debido a arterias obstruidas o dañadas.

Favorece la salud ocular

Un aporte elevado de zinc puede contribuir a reducir el riesgo de degeneración macular relacionada con la edad, primera causa de discapacidad visual en personas mayores, y ralentizar la pérdida de visión asociada.

Las mejores fuentes alimentarias de zinc

Los alimentos de origen animal son las fuentes de zinc más eficaces, en particular:

  • Las ostras
  • El hígado de ternera
  • La carne de res
  • Los huevos
  • El hígado de pato

Algunos alimentos vegetales como los hongos shiitake, los frutos secos oleaginosos (las semillas de calabaza en particular), las legumbres y los cereales integrales también son buenas fuentes de zinc, pero contienen también antinutrientes, como los fitatos, que pueden unirse al mineral, reduciendo así su absorción. Esto explica por qué el zinc de origen vegetal es menos biodisponible y por qué los vegetarianos son más propensos a tener deficiencias. Para evitar el problema, asegúrate de remojarlos al menos 8 horas antes de cocinarlos y consumirlos.

¿Es necesario hacer curas de zinc?

El uso de complementos alimenticios de zinc, en forma de curas de 1 mes, puede ser adecuado para personas con deficiencias, vegetarianos y veganos que tienden a absorber una cantidad menor. Sin embargo, atención a las contraindicaciones y posibles efectos secundarios: el zinc no debe tomarse con el estómago vacío por riesgo de causar algunos trastornos digestivos como náuseas o vómitos, y no debe tomarse al mismo tiempo que un suplemento de hierro, que inhibiría su efecto.

Fuentes :

Solène Senejko
SOLÈNE SENEJKO

Ingeniera Alimentación & Salud